A pesar de la mala previsión meteorológica el grupo se decidió a madrugar y se acercarcó hasta la localidad ribagorzana a probar suerte.
Todavía era de noche cuando salieron de Binéfar y la siguiente parada fue recoger a unos compañeros de Monzón. Llegando a Campo, los primeros rayos de sol iluminan las cumbres del macizo de Cotiella anunciando un día radiante, con lo que el ánimo de los participantes empezó a subir puntos.
A partir de ese punto la nieve se amontonaba en las cunetas, pero la carretera estaba limpia y se pudo circular sin problemas hasta el valle de Benasque, que lucía espléndido bajo el manto blanco que dejó la última nevada caída.
Comenzó el camino a pie cerca de la central de Ruda y tras una breve ascensión el grupo llegó bajo la cascada, que completamente helada, tenía un aspecto magnífico.
Mientras los más experimentados preparaban las vías, el sol se asomaba por este bonito rincón y templaba un poco la espera. Cuando las cuerdas ya estaban montadas el astro rey se retiró con una cortesía excepcional, lo que permitió escalar durante varias horas en un hielo perfecto.
Se pudieron montar 5 reuniones y todos los participantes, bien equipados con crampones y piolets técnicos, pudieron ascender varias veces por todas las vías.
Para algunos era la primera vez que practicaban este tipo de escalada que no les dejó indiferentes. El sabor de la aventura en un ambiente incomparable te compensó sobradamente el madrugón, el frío y todas las penalidades que se pudieran pasar.
Cansados y satisfechos, el grupo se retiró dejando a su espalda una pared llena de heridas, que el frío de la noche se encargará de curar.
Ahora, el Club Litera de Montaña espera que llegue el próximo fin de semana, en el que se ha preparado un nuevo curso de alpinismo.
